Durante los últimos veinte años del siglo XIX, la moda femenina continúa diseñándose en París, a partir de modelos que se confeccionaban, entre otras personalidades, para la princesa de Gales y para la emperatriz de Austria. En la moda en Europa, durante este periodo, el vestido consta de dos piezas: el corpiño y la falda.
La moda, concebida como un conjunto de directrices que marcan la confección general de la ropa en prácticamente todo el mundo, es una creación francesa, concretamente parisina, de hacia 1865.
Los primeros años del siglo XX son los años de la “Belle Epoque”, de la silueta en S que se conseguía con rígidos corsés que estrechaban la cintura al tiempo que destacaban pechos y caderas, y que destacaban especialmente con faldas hasta el suelo.
En las exposiciones "LA MODA DE HACE CIEN AÑOS" pueden admirarse diferentes ejemplos de vestuario y complementos de la moda de finales del siglo XIX y principios del XX, escogidos entre las más de mil piezas que componen la colección cedida generosamente a Delwende por Mario Onieva.